Reseña: Owari no Seraph

  • TÍTULO: Owari no seraph y Owari no seraph: Nagoya Kessen-hen
  • DURACIÓN: 12 capítulos cada temporada (Terminadas)
  • TIPO DE SERIE: Anime
  • SINOPSIS: Un día, un misterioso virus apareció en la Tierra y liquidó a todos los mayores de trece años. Al mismo tiempo, los vampiros emergieron de lo más profundo del mundo y aprovecharon para esclavizar a la humanidad. Hyakuya Yuuichirou, un huérfano que vive prisionero con otros niños, tiene una meta muy clara: asesinar a todos los vampiros.

ATENCIÓN: en esta reseña voy a hablar de las dos temporadas de Owari no seraph. Intentaré hacerlo de forma independiente para poder comentarlas por separado y puedan servir de referencia para quien use estas reseñas como referencia. Además, y por si acaso, todos los spoilers estarán marcados en rojo.

Aclarado este punto, procedo a desangrar el siguiente anime de vampiros de la semana (Y dado que no he podido actualizar tanto como quería, pues nada, hoy toca doble ración para compensar).

ANIMACIÓN

Lo primero que me llamó la atención de Owari no seraph fueron los escenarios de la ciudad de los vampiros. Fue empezar la serie y, ¡pluf! Toma un decorado precioso. Y no exagero cuando digo que es lo que más me gusta de toda la serie. En serio, el contraste entre la animación común (Que aunque es bonita, no tiene nada de particular) y unos fondos que parecen de acuarela, además de todo el ambiente oscuro y de murciélagos, es espectacular. Y aquí la gran pega: solo aparecen al principio de la primera temporada. Enseguida son reemplazados por escenarios comunes. Que tampoco es que sea un gran queja, así logran remarcar las diferencias entre vampiros y humanos de una manera sobresaliente, pero se les echa de menos. Por suerte, contamos con otros escenarios también muy bonitos en otras escenas (Aunque cada vez menos comunes).

El resto, nada reseñable. La animación está cuidada y tiene escenas muy bonitas en ambas temporadas. Por suerte es una serie muy uniforme y no hay grandes diferencias de calidad entre la primera y la segunda parte.

Y aunque la reseña acaba de empezar, me atrevo a comentar el que sería el resumen de Owari no seraph: un envoltorio muy bonito, pero vacío.

Este anime tiene un diseño visual muy trabajado: escenas bien animadas, buen diseño físico de personajes, un estilo de dibujo muy simpática (A mí, por lo menos, me ha gustado mucho), gran trabajo con los colores y los fondos, buena banda sonora… Sin embargo, detrás de la apariencia no hay casi nada.

PERSONAJES

Y a pesar de adelantar que el contenido de la serie me ha parecido más bien mediocre, reconozco que hay unos cuantos personajes que me han gustado bastante.  Y son estos cinco personajes los que lograron que no dejase la serie a mitad. Rompiendo una lanza a su favor, son entretenidos, interesantes y lo mejorcito del anime (Después de los fondos, claro). Por otro lado, todos los demás me han resultado o insoportables o, a lo mucho, indiferentes.

En la primera temporada es cuando conocemos a la mayoría de ellos. Y la mayoría de esta mayoría no pasan de secundarios que, bueno, están ahí y de vez en cuando hablan. Quitando a los principales, los secundarios no hacen gran cosa. A los protagonistas, eso sí, los presentan tranquilamente, contando, en la mayoría de ellos, su pasado, motivaciones y objetivo. Y a pesar  de eso, se da una cosa muy curiosa: hay personajes que, después de todo un capítulo contando porque son de cierta manera, una vez explicados cambian su comportamiento (U olvidan esa actitud que se han tomado la molestia de explicar durante todo un capítulo). O toman decisiones contradictorias, sin sentido o absurdas. Una de las partes que más me decepcionaron es que a pesar de que luchan con armas que afectan a su mente, lo que debería de obligarles a tener un mínimo de profundidad, en conjunto los personajes son planos, muy planos. La mayoría tiene una única motivación que repiten una y otra vez (No sea que se les olvide, digo yo) y ya está. De nuevo, no son más que fachada: diseño bonito pero personalidades muy simples. Tanto, que según avanza la serie vemos como desarrollan relaciones de golpe y porrazo, se contradicen consigo mismos o se pasan todo el rato repitiendo esas dos líneas en las que se basan.

En la segunda temporada los secundarios de la primera cobran más importancia y aparecen nuevos secundarios para rellenar el fondo. Y los co-protagonistas, cuya historia ya se explicó de un plumazo, pierden casi toda la importancia. Así que no solo no arreglan la simplicidad de los personajes, es que encima se vuelve todo incluso más inconexo: descubrimos planes malvados que ni dan beneficio, ni tienen sentido; descubrimos facetas de personajes que parece que el autor se las haya sacado de la manga en el último momento… No hay evolución, ni mejoría ni nada. Bueno, sí, algo cambia: hay una desorbitada cantidad de secundarios muertos que te dejan totalmente indiferente precisamente por lo que poco que habían hecho.

En resumen, la mayoría de personajes son insípidos y muy mal llevados. Luego hay unos pocos que, bueno, seguro que no te dejan indiferente. Y otros ya, directamente, para el contenedor. Como los dos protagonistas.

TRAMA

¿Recordáis mis palabras? ¿Que todo es fachada y el contenido está más vacío que una burbuja? Pues todo empieza aquí, en una trama incoherente que se basa en intentar crear escenas espectaculares a partir de contradicciones. Owari no seraph debe de ser la serie con la que más preguntas me he hecho: ¿Por qué el virus solo afecta a menores de trece años? ¿Cómo es que encima hay luego algunos adultos? ¿Cómo los menores de trece años han medio reconstruido de manera más o menos eficaz el mundo? ¿Qué pintan los monstruos en todo esto? ¿Por qué peleáis contra los vampiros en vez de investigar las causas de vuestra extinción?… Y, ojo, eso es solo en un capítulo.

La sensación general que sentí mientras veía la serie es que su creador se piensa que los que la vemos somos idiotas y no nos cuestionamos nada. No solo es que parta de ideas un tanto debatibles, es que según avanza todo tiene menos sentido. Bueno, aparentemente tiene sentido, pero una vez empiezas a darle vueltas, los cimientos se desmoronan y descubres lo absurdo que es todo. Lo podemos ver al final de la primera temporada y es la marca que caracteriza a la segunda temporada. Quizás en un futuro resulta que todo tiene explicación y me toca rectificar todo esto, pero hasta que eso suceda, me mantengo en que es una serie muy mala que casi parece que la han creado a la marcha y sin tener en cuenta sus propias reglas.

Ya, para acabar, me gustaría comentar ese dèjá vu constante que brilla en Owari no seraph. Por un lado, las descaradas similitudes con Shiki (que ya comentaré en otra entrada, que es un tema pendiente que tengo); y, por otro lado, el patrón que comparte con Shingeki no kyojin. Este último no es que sea plagio, pero es tan similar que aburre: la humanidad arrinconada tras muros, un enemigo sobrenatural y más poderoso, armas diseñadas para acabar con ese enemigo en particular, un protagonista que solo grita «los mataré a todos» y luego no logra derrotar a nadie… Puede que sean series diferentes, pero es cansino ver exactamente las mismas ideas plasmada de la misma manera. Habría ganado mucho si lo hubieran contado de otra forma.

El tortazo metafórico que le acabo de dar a OnS
NOTA
  • Owari no seraph

notas5

  • Owari no seraph: Nagoya Kessen-hen

notas4

Aunque sea mala, considero que se puede ver. Así que si a pesar de todo quieres echarle un vistazo, seguramente pases un rato entretenido. Aun así, personalmente, no la recomiendo.

 

Y tú, ¿qué opinas?